Muchos de los componentes genéticos que dan lugar a las sinapsis nerviosas están presentes en las esponjas, o al menos en la especie Amphimedon queenslandica cuyo genoma se ha secuenciando recientemente. Las esponjas representan el grupo animal más antiguo conocido, sin neuronas ni sinapsis. No obstante, investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara exploraron el genoma de la esponja para comprobar si algunos genes relacionados con las sinapsis estaban presentes en él. Miraban muy atrás, a un tiempo anterior a esos 600 millones de años en el cual el sistema nervioso hizo su aparición, leyendo sobre un libro genético que se ha conservado desde entonces casi intacto para excitar ahora las neuronas de nuestro cerebro. Sorprendentemente los encontraron.