Un estudio reciente realizado por el profesor Graham Alexander, del Laboratorio Alexander Herp, ha descubierto que las pitones hembras del sur de África no solo incuban sus huevos, sino que también permanecen en el nido, cuidando a sus crías, durante aproximadamente dos semanas después de la eclosión. Durante este tiempo, las crías pasan las noches bajo la protección y el calor de sus madres, que realizan constantes exposiciones al sol para calentar sus cuerpos, y que dejan de alimentarse durante todo el periodo de cría, llegando a perder el 40% de su masa corporal. El cuidado materno se ha observando también en diversas serpientes de cascabel, que incluso parecen cooperar en la crianza mediante una alternación por turnos.