Un estudio liderado por Jon Sakata, profesor de neurobiología de la Universidad McGill, Canadá, ha descubierto que los diamantes cebra (Taeniopygia guttata) modifican sus cantos a la hora de enseñarse a sus crías, de un modo muy similar a como lo hacen los seres humanos. Sakata dice que así como los humanos hablan más despacio y repiten las palabras con más frecuencia cuando hablan con los bebés, también lo hacen estas aves: "Descubrimos que los diamantes cebra adultos ralentizan su canción de forma similar, aumentando el intervalo entre las frases y repitiendo los elementos individuales de las canciones con más frecuencia cuando cantan a los jóvenes".