Un experimento ha demostrado que los lagartos de la especie Anolis evermanni, de Puerto Rico, pueden aprender y recordar la solución a un problema al que no se han enfrentado antes. Los lagartos demostraron ser también capaces de desaprender, es decir, desechar una conducta anteriormente beneficiosa pero que ya no sirve para una nueva situación. Esta flexibilidad mental resulta difícil incluso para algunas especies de mamíferos, y constituye un rasgo propio de un animal cognitivamente avanzado.