El hambre ha empujado a un grupo de ovejas de los Valles de Yorkshire a averiguar el modo de traspasar las vallas que protegen los cultivos de los aldeanos de Marsden, cerca de Huddersfield. Han aprendido a derribar las vallas de 3 metros de altura y, aún más sorprendente, a colarse por debajo de otras de 1,5 metros que tienen un hueco de 20 cm. Las ovejas se tienden en el suelo y, simplemente, ruedan.